'En mi barrio vivía una sirena'... Cuando Roberto Esteban regresa al barrio donde transcurrió su infancia, los recuerdos se despiertan: los juegos callejeros, los amigos perdidos, los pollitos de colores, la leyenda urbana de la Mano Negra y los rescoldos de un viejo amor imposible: Lola. Sobre todos ellos planea el recuerdo de Gema, la sirena, una niña minusválida que murió ahogada en la piscina municipal. El misterio de su lejana muerte sale de nuevo a flote en medio de una trama criminal relacionada con la recalificación de terrenos en el Madrid Olímpico y con viejos amigos y enemigos de la niñez: Romero, El Lenteja y Richi, con los que Roberto va a jugar, esta vez a vida o muerte, otra partida de policías y ladrones. Niños de tiza recupera para la literatura un escenario cercano pero apenas utilizado: el de quienes crecieron en los años finales de la dictadura en los barrios periféricos, entre traficantes de heroína, curas rojos, madres abnegadas y bandas callejeras. Bajo el ropaje de una novela negra y la guía de Roberto Esteban (El inolvidable protagonista de El gran silencio), David Torres pinta por primera vez la Transición en pantalones cortos, un evocador retrato de la nostalgia, el amor y el paraíso perdido de la infancia. Divertida y conmovedora, escrita con una prosa plática, expresiva y poderosa, ganó el XXX Premio Tigre Juan, y supone la consolidación de David Torres como uno de los más firmes valores de la narrativa en castellano.
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