Tras la muerte de su tía abuela, Lola, la joven Mónica hereda el viejo caserón familiar y decide instalarse en él, en compañía de su marido Javier y, en un futuro próximo, de la niña de la que está embarazada. Desde que comienzan las obras de remodelación de la casa, diversos fenómenos inexplicables comienzan a manifestarse entre sus muros: un olor nauseabundo que invade la sala principal, repentinas bajadas de temperatura, un gran ficus del jardín que se resiste a ser arrancado... Finalmente, cuando la gran planta es desarraigada, enredado entre sus raíces aparece un busto de mármol que representa a una Venus de gran belleza. Para Mónica se inicia así una dramática aventura que le llevará a entrar en contacto con un universo paralelo, el que separa la existencia de los vivos de la de los muertos, y que le trasladará a través del tiempo a una vida anterior, en los albores de nuestra era, en la que se produjo un crimen execrable. La muerte de Venus es un relato fascinante que se sustenta en la buena documentación y en un uso extraordinario de recursos literarios de primer orden: la caracterización de los personajes, la buena dosificación del ritmo narrativo y la solidez de la trama.
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